En los últimos años, no hemos dejado de oír la palabra crisis, esta ha venido ocupando un lugar protagonista en distintos sectores: académicos, económicos, políticos… no se hablaba de otra cosa desde, al menos, 2008.
Crisis ecológica, económica, de reproducción social… llevamos inmersos en una crisis multidimensional, una crisis civilizatoria, desde, prácticamente, el principio del auge de las políticas neoliberales.
Parecía que algunas personas todavía no se habían dado cuenta, cuando nos explotó la pandemia en la cara, como una nueva manifestación de que el sistema no funciona, de que es insostenible. En este caso, era la naturaleza la que nos daba el toque de alarma, teniendo que replegarnos en nuestros hogares como si de trincheras se tratasen.
Ese ámbito, el de los hogares, es el que abordamos en este proyecto. Hablamos del trabajo de cuidados no remunerado y del recrudecimiento que ha sufrido a lo largo de este último año. De la crisis de los cuidados, esos que, como hemos oído reiteradamente, “han ocupado la primera línea de defensa”.
En concreto, nos situamos en La Rioja, desde ISCOD llevamos años impulsando la igualdad y, recientemente, focalizamos el problema en la falta de participación de los hombres. Específicamente, se identifica un reparto desequilibrado de los trabajos de cuidados (tareas de limpieza, gestión familiar, cuidado de hijas e hijos, hacer la compra…), imprescindibles para el sostenimiento de la vida.
El proyecto se centra en impulsar la corresponsabilidad, entendida como la necesidad de repartir las tareas domésticas y responsabilidades familiares entre cada miembro del hogar. La falta de corresponsabilidad coloca a las mujeres en una situación de desigualdad, especialmente, en el ámbito laboral. Actualmente, la falta de servicios públicos gratuitos o asequibles y de calidad obliga a que muchas mujeres tengan que acogerse a las excedencias, a pesar de ser una licencia no retribuida y que supone el abandono del mercado de trabajo (a veces, definitivo). En el año 2020, el 87,17% de personas que se acogieron a estas excedencias fueron mujeres.
Además, el tener hijas o hijos influye negativamente en sus tasas de empleo. Así, la tasa de empleo de los hombres con descendencia es mayor que la de los que no la tienen, sin embargo, el efecto en las mujeres es el contrario. Las madres tienen una tasa de empleo del 68.1%, las que no lo son, del 75,7%.
Además, el 79% de las personas paradas por trabajo de cuidados son mujeres, y el porcentaje de mujeres que abandonan el trabajo por cuidado asciende al 89% del total de personas inactivas por esta causa.
Por ello, el proyecto se centra en formar, en torno a 110 personas en materia de corresponsabilidad, centrándose especialmente en la juventud riojana y en el personal de las administraciones públicas.

El objetivo central del proyecto es formar y sensibilizar a la ciudadanía riojana en corresponsabilidad, pues consideramos que es una herramienta eficaz para involucrar a los hombres en la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia.
Algunas de las actividades que se han desarrollado han sido: la formación de jóvenes en materia de nuevas masculinidades, haciéndoles entender que existe otra forma de “ser hombre”, más allá de la implantada por el sistema heteropatriarcal. Asimismo, se ha formado a personas adultas, dirigiendo esta actividad a enseñar herramientas que están en sus manos para rebajar la presión de cuidados que recae sobre las mujeres.
Algunas de las herramientas se pueden consultar en nuestro espacio web, donde se ha volcado la “Guía de cuidados: La corresponsabilidad para poner la vida en el centro”: https://www.trabajodecentelarioja.com/los-cuidados-en-el-centro/caja-de-herramientas/

A lo largo del proyecto, hemos podido comprobar que en nuestra comunidad continúan muy afianzados algunos de los estereotipos de género más típicos, como es el de la madre-cuidadora. El proyecto, se centra en desmontar estos roles para revelar la importancia de los cuidados y la necesaria implicación de toda la sociedad en los mismos. Las formaciones y diversas campañas de sensibilización han removido conciencias, especialmente en los hombres, pero creemos que seguirá siendo necesario trabajar en este ámbito.