Resumen ejecutivo

Presentación

Andrés Rodríguez Amayuelas. 
Presidente de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo
 
La publicación de este informe se produce en el marco de la crisis global generada por el COVID 19. El impacto de la pandemia en todo el mundo supone una enorme pérdida de vidas y, por lo tanto, un gran duelo colectivo. Pero, además, nos encontramos ante una crisis mundial de enormes y complejas dimensiones que afecta a todos los aspectos de nuestra vida. Ese impacto golpea con especial virulencia a las personas, mayoritariamente mujeres, que ya vivían en una crisis permanente.
 
Si algo ha demostrado esta situación es lo que desde las organizaciones sociales veníamos denunciando desde hace tiempo: el sistema que rige el mundo hace aguas por todos los lados y es insostenible. Esta crisis demuestra también que saldremos de este contexto si somos capaces de cooperar de manera colectiva. Los retos son ingentes y exigen un cambio de modelo integral que ponga los derechos humanos, la vida y la protección del planeta en el centro.
 
Los datos que presentamos en este informe tienen mucho que ver con ese “poner la vida en el centro” del que hablan los pueblos indígenas y que tan necesario es en este momento. El Informe del sector 2019 ofrece una fotografía detallada sobre el trabajo que realizan nuestras organizaciones en 114 países. Un trabajo que no sería posible sin las organizaciones locales con las que caminamos a diario. Las cifras, datos y análisis que ofrecemos en este documento deben entenderse de la mano de 35 millones de personas con quienes trabajos en cientos de rincones del planeta. Mujeres y hombres con quienes construimos propuestas que defienden los derechos humanos y la vida.
 
El Informe demuestra una tendencia que venimos constatando desde hace tiempo: el apoyo ciudadano a nuestro trabajo continúa aumentando frente al escaso compromiso político con la cooperación. Un apoyo que queda reflejado también en el Eurobarometro de 2019 que recoge que el 74% de las personas encuestadas en España cree que la cooperación al desarrollo debería ser una de las principales prioridades de los gobiernos nacionales –esto supone ocho puntos porcentuales más que en 2018. En el actual contexto de grave crisis que enfrentamos como humanidad confiamos en que las administraciones públicas fortalezcan una política pública crucial para hacer frente a los retos globales y, especialmente, para defender los derechos de las personas en situación de mayor vulnerabilidad. Recuperar la política de cooperación no es una opción, es la clave para que España ocupe el lugar que le corresponde en el mundo en la defensa de los bienes públicos globales y los derechos humanos.
 
Por segundo año consecutivo contamos con gráficos, mapas y tablas interactivas que permiten llegar a la información más detallada de nuestro trabajo y de nuestras organizaciones. Gracias a todas y cada una de ellas por el esfuerzo realizado para recopilar estos datos. Pasen, consulten y naveguen por nuestro informe, esta es su casa.

Resumen ejecutivo

Los recortes sufridos en los últimos diez años por la cooperación internacional para el desarrollo, han llevado a esta política pública a una situación de total debilitamiento. España, según los últimos datos del CAD, se encuentra a la cola de Europa en esta materia. Esa falta de compromiso político contrasta con el apoyo sostenido y creciente que la ciudadanía ofrece al sector que, junto a la responsabilidad de las organizaciones, han sostenido el trabajo que realizamos con 162.667 mil  personas en diversos lugares del planeta.
 
Ofrecemos en este resumen ejecutivo una fotografía general sobre nuestras organizaciones , su trabajo y sus protagonistas. Son datos de 2020, excepto en los epígrafes de ingresos y gastos que recogen información de 2019 y 2020. 

*Al inicio de la recogida de datos para el Informe 2019, las organizaciones socias de La Coordinadora eran 78; sin embargo, una de ellas solicitó la baja de nuestra plataforma en diciembre 2019, sin llegar a completar los datos, por lo que el informe solo recoge los datos de 77 ONGD.

ONGD socias

32 organizaciones, de las cuales participan 23 a día de hoy.

 
Si echamos la vista atrás, 2011 y los años posteriores fueron duros para las ONG de Desarrollo. Los recortes entonces aplicados supusieron una importante pérdida de empleos. Desde 2014, se observa una recuperación sostenida, aunque el número de personas contratadas no alcanza aún la cifra de 2010 (9.283).
 
Según datos de 2020, reflejados en el Informe, 141 personas trabajan en nuestras organizaciones. La gran mayoría de ellas, el 73% (103 personas) son mujeres, afirmando así que el sector de las ONGs sigue estando mayormente feminizado.
 
El personal en La Rioja es más pequeño que en el extranjero, concretamente corresponde al 24,8% del total del personal. El resto corresponde al personal local, 66 personas, ; las cuales están muy comprometidas con el desarrollo de esos países; para nuestras organizaciones la participación de las personas locales es esencial para garantizar que los procesos responden a las necesidades de la población y que, además, se mantienen en el tiempo.
 
El llamado “personal de España” agrupa a quienes trabajan bajo legislación española, bien sea en el territorio español o en el extranjero. En 2020,  de ellas, tan solo hubo 40 cooperantes, es decir, un 28,3%.
 
El 91% de las entidades tienen menos de 20 personas en nómina y solo dos superan esta cantidad: COOPERA- Jóvenes para la Cooperación Internacional al Desarrollo, tiene un total de 46 personas en su plantilla y  Movimiento por la Paz- MPDL-La Rioja con 35 personas.

Diferencias de género: la gafas violetas

 
Si observamos los datos de manera general, la presencia de hombres y mujeres en las ONGD es bastante dispar: 27% hombres y 73% mujeres. Esto es una clara evidencia de como todavía nos encontramos ante un ámbito mayormente femenino.
 
Si analizamos los lugares de trabajo, casi no hay diferencias entre quienes trabajan en La Rioja y quienes trabajan fuera. En las sedes en La Rioja, la mayoría de las personas son mujeres: 63% frente al 37% que son hombres. Si nos desplazamos a los países, en el caso de las 40 personas cooperantes la representación es bastante similar, un 70% de mujeres y un 30% de hombres. Si nos focalizamos en las personas originarias de los países la representación se feminiza más: 20% corresponde a hombres y 80% a mujeres
Si analizamos los puestos de trabajo también vemos diferencias. A pesar de tratarse de un sector feminizado, tradicionalmente los puestos de decisión han estado ocupados por hombres. Este hecho es reflejo de la sociedad patriarcal en la que vivimos de cuyos problemas las ONGD no están exentas. En los últimos años se han hecho esfuerzos por cambiar esta situación, pero aún queda un largo camino hasta llegar a la igualdad plena. Los datos de 2020 muestran que, cuando se trata de presidencia y junta de gobierno, los puestos continúan mayoritariamente en manos de hombres: 78% frente al 22% en el caso de las mujeres. En casos en los que el cargo de máxima responsabilidad es la gerencia o la dirección, también se observa esa desigualdad: 74% frente a un 26%. Con respecto a las juntas de gobierno, sigue estando mayormente representada por hombres pero se iguala un poco más que en la presidencia y el máximo organismo de responsabilidad: un 55% de hombres y 45% de mujeres.
 
Otra de las cuestiones que refleja el Informe es el tipo de contrato y de jornada. El 72% de los contratos son indefinidos, un dato que es igual para hombres y para mujeres. La jornada completa es la forma de contrato más común: un 63% del personal, sea hombre o mujer, tiene esa jornada. Sin embargo, continúan feminizadas las jornadas parciales (asociadas a la dificultad de conciliar la vida familiar y laboral): se acogen a ella un 41% de mujeres frente al 23% de hombres.

Nuestro trabajo

En el extranjero. Trabajamos con 162.667 mil personas en 35 países

Nuestras organizaciones están presentes en 35 países, donde trabajan con 162.667 mil  personas, la mayoría de ellas son mujeres.

Sumando el trabajo de todas ellas, el número de proyectos asciende a 102 en los que se invierten 3,8 millones de euros.

La región en la que se invierten más fondos es América Central, Norte y Caribe (1.235.756 millones de euros), seguida de África Occidental (927.102 mil euros), América del Sur (536.871 mil euros), África del Norte (341.257 mil euros), África Central (171.325 mil euros), África Oriental (121.418 mil euros) y Asia (100.000 euros). Las zonas que menos recursos recibieron en 2020 fueron Oriente Medio (55.090 mil euros) y Europa (1550 euros).

Los países en los que se centraron los esfuerzos económicos fueron Nicaragua (526.480 mil euros), seguido de El Salvador (454.538 mil euros), Senegal (443.917 mil euros), Guatemala (335.238 mil euros), Marruecos (291.257), Colombia (264.571 mil euros), República Democrática del Congo (170.000), Burkina Faso (125.120 mil euros) y Mauritania (123.496 mil euros).

Ingresos y gastos

Ingresos: ligera recuperación gracias al compromiso ciudadano

 

Los ingresos de las organizaciones destinados a cooperación en 2020, ascendieron a 4,04 millones de euros. Esta cifra muestra una ligera recuperación con respecto a años anteriores, pero queda aún lejos de los 817 millones con los que se contaba en el año 2010 antes del enorme recorte al que se vio sometida esta política pública.

La mayoría de esta financiación se corresponde con ingresos privados, es decir: gracias al compromiso ciudadano. En 2020, el 52% de los fondos fueron privados; un total de 2.105.163 millones de euros.  El 50,2% de los fondos privados corresponde a las cuotas periódicas (1.057 millones de euros), le siguen con un 23,9% las ventas de productos, un 19,8% donaciones puntuales y un 4% las donaciones que realizan las empresas privadas. Por último, otros ingresos con un 2%.

Al detallar los 1.937.147 millones de fondos públicos, se observa que la mayor parte de ellos, el 82%, corresponde a fondos autonómicos, seguidos por los europeos (9%) y los internacionales, con un 5%. Posteriormente se encuentran los fondos nacionales con un 4%.

Gastos: proyectos de desarrollo y estructuras, los más beneficiados.

 
Nuestras organizaciones se dedican tanto a la cooperación al desarrollo como a actividades de acción social, que son las que se centran en población vulnerable en La Rioja, en total en 2020 se gasto 3,02 millones. Si nos centramos en que se destino gran parte de los ingresos, destaca el presupuesto de cooperación al desarrollo, en el que se invirtió el 88% de los gastos, es decir 2,65 millones de euros, se destinó a otros gastos un 6,5% (196.279 mil), seguido de estructuras con un 5% (164.824 mil) y por último un 0,5% (16.074 mil) se invirtió en gastos de captación.

Apoyo sostenido de la ciudadanía

Base social: un compromiso creciente

 
El apoyo ciudadano a nuestro trabajo presenta un aumento constante en los últimos años. Actualmente contamos con una base social de 9793 personas; este número incluye a quienes ofrecen un apoyo económico (personas socias y donantes) y a quienes realizan algún tipo de voluntariado. 
 
El principal apoyo de esta base social en La Rioja son las/os socias/os que representan el 70% (6889), seguidos de las/os donantes con el 23% (2205) y por último las/os voluntarias/os representando el 7% (699).
Este vínculo entre las ONG y la base social es sumamente importante ya que las mantiene fortaleciéndose año tras año, y para conseguirlo es necesario un mayor conocimiento mutuo, la ampliación de nuestros canales de comunicación y participación, y el acercamiento a nuevos colectivos sociales.

Voluntariado: en aumento y con nombre de mujer

 

En 2020, el número persona voluntarias fue de 699 personas. La mayoría, el 67%, son mujeres (469), el resto el, 33% corresponde a los hombres (230). Esta es la visión general pero los porcentajes en el extranjero o La Rioja no tiene apenas variaciones. El porcentaje de hombres y mujeres se mantiene igual cuando hablamos de La Rioja. 

El grupo de edad con mayor presencia en el voluntariado es el que se sitúa entre los 30 y 64 años (58,6%), en especial mujeres, con un 39%, seguido de los hombres con un 18%. Después, está el grupo de edad de hasta 29 años, mujeres y hombres, con un 18% y 10% respectivamente. Por último, están las mujeres y hombres de más de 65 años con un 10% y 3% respectivamente.

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